Las cuentas claras en China
Si te planteas operar desde China, has de tener en cuenta que los números han de estar muy claros.
A menudo, cuando un negocio arranca son tantos los frentes abiertos que es difícil darles a todos la importancia que se merecen.
En este post, queremos compartir con vosotros lo importante que es algo que a priori es evidente: “las cuentas han de estar claras”. Y teniendo en cuenta lo que decíamos al principio, se les ha de dar la importancia que se merecen desde el primer momento.
Este post va principalmente dirigido a aquellos que se plantean desarrollar un negocio offline en China y que como parece lógico va a estar de alguna forma relacionado con su negocio en su país de origen.
Cuando tratamos con las autoridades chinas hemos de tener en cuenta que hay una arbitrariedad muy importante a la hora de aplicar las normas según quien sea nuestro interlocutor.
Si bien esto existe de algún modo en todos los países, la relativa flexibilidad de otros sistemas a la hora de tratar los números, movimientos bancarios, etc, hace que para según que nimiedades haya cierta relajación, pero las líneas rojas de lo que se permite y lo que no están bien definidas. El problema es cuando esas líneas rojas se plantean hasta en las cuestiones más simples y llevan a que sea difícil su cumplimiento al 100%, con lo que tenemos que apelar a la buena voluntad de la autoridad competente, a la negociación y a saber cuántas cosas más. Esto es lo que muy probablemente nos ocurrirá en China.
Dicho esto, os explicamos a continuación una experiencia que hemos vivido muy de cerca.
Cuando se trata de transacciones internacionales, a los bancos se les suele poner cara de vampiro al valorar las comisiones que van a aplicar a las transferencias internacionales. Para evitar esto, podemos tener la tentación de recurrir a herramientas de pago que existen y que reducen las comisiones que se aplican al movimiento. Esta intención que puede ser muy buena y válida en gran parte del mundo, de cara a China puede generar conflicto si a la recepción de los pagos no queda claramente reflejado quién es la empresa que paga, la cuenta de origen y a qué concepto se asocia.
Las autoridades pueden dejarnos hacer nuestra vida más o menos relajada hasta que nos dirijamos a ellos a pedir una devolución de impuestos. Como sabemos, toda exportación debería llevar asociado una devolución del IVA ya que la mercancía no va dirigida al consumidor final de ese país con lo que a la compra hemos pagado el IVA pero al sacarla nos lo deberían devolver. Sin embargo, en China esto es muy relativo.
Lo primero, si se trata de un IVA de exportación, es asegurarnos de que la exportación se ha tramitado correctamente y nuestra gestoría ha podido presentar a las autoridades chinas todos los documentos necesarios para realizar la exportación. En otro post comentábamos cuáles son esos documentos que tenemos que preparar para tramitar las exportaciones.
En este momento, comenzará un trabajo de investigación sobre nosotros que comienza en comprobar que la documentación cuadra con lo registrado en aduanas hasta revisar nuestro historial, declaraciones de impuestos realizadas anteriormente, movimientos bancarios asociados a nuestra empresa, origen, destino, llegando al punto de comprobar que haya un movimiento por exactamente el importe que estamos declarando, con el origen que indicamos en la factura de exportación.
Así que el consejo es que, si queremos exportar desde nuestra empresa en China, generemos para cada exportación un pago asociado a la misma, claramente viniendo de la empresa a la se exportaba y por el concepto que se exportaba (número de factura, contrato, etc).
Casi todo tiene solución, pero tener que lidiar con las autoridades chinas en temas de impuestos puede demorar mucho tiempo y resultar caro de resolver.